Una de las preguntas más comunes que me preguntan es: ¿Cuál es la mejor lección para usar en una célula? Mi respuesta es que me gusta preparar una lección basada en el sermón del pastor y aplicarla la semana siguiente en la célula. A la vez, les digo a los líderes que no mencionen que lo dijo el pastor, sino que lo dice la Biblia. La bendición de seguir el sermón del pastor es que mantiene una doctrina sistemática. También el pastor tiene la confianza en que los miembros van a aplicar el pasaje predicado en sus células durante la semana.
Sin embargo, eso todavía no responde a la pregunta sobre la lección en sí, y aquí es donde he encontrado dificultades. Aunque la lección se basa en el sermón del pastor, a menudo las preguntas de la lección no funcionan. Aunque el pastor, o el asistente del pastor, prepara las preguntas -quizá 3 a 7- a menudo los líderes celulares no adaptan las preguntas a su situación.
He enseñado mucho sobre este tema por años y he intentado en mis libros explicar a los líderes la diferencia entre la observación, la interpretación y las preguntas de aplicación. Sin embargo es normal que el líder tenga prisa en la preparación de la lección y no adapta las preguntas ¿El resultado? Se estancan los grupos con preguntas que no generan aplicación.
Sin embargo, en los últimos años, hemos estado experimentando con tres preguntas simples que han dado nueva vida a nuestro grupo y a muchos otros. Estas son muy simples:
- ¿Qué dice el pasaje?
- ¿Qué está diciendo Dios a mi vida a través de este pasaje?
- ¿Cómo puedo aplicar este pasaje en mi vida la semana siguiente?
Con la pregunta ¿que dice el pasaje?, solo tratamos de averiguar que dice el texto. La tendencia en la célula es la de tratar de aplicar el pasaje inmediatamente, sin entender el contexto. Para aplicar la Biblia correctamente primero debemos entender lo que los autores estaban diciendo a los oyentes en aquel entonces. Dios ha inspirado la Biblia y la ha dejado clara y comprensible y el Espíritu Santo es capaz de interpretar la Biblia a nuestras vidas.
La segunda pregunta ¿Qué me esta diciendo Dios a través de este pasaje?
Es más personal. Aquí los miembros están tratando de descubrir lo que Dios está diciendo personalmente a sus vidas.
Luego, la tercera pregunta es más sobre la aplicación durante la semana:
¿Cómo se puede aplicar estos versículos durante la semana?
Ahora pensamos más profundamente en cada pregunta. Los líderes comienzan con leer el pasaje, o mejor dicho, pedir que otro miembro lo lea. Luego lanza la primer pregunta ¿Qué dice el pasaje? Pero antes de escuchar a los miembros contestarla, pídales a todos que tengan un momento de silencio. Después del silencio, pida a los miembros que respondan a la primera pregunta. Después de escuchar a algunas personas, lea el pasaje nuevamente y haga la pregunta ¿Qué te esta diciendo Dios a tu vida a través de este pasaje?
Pero antes de que respondan, tenga otro momento de silencio. Es importante que todos estén medidanto en la Escritura y su respuesta. Me gusta cuando el líder dice: "Comencemos con aquellos que no contestaron a la primera pregunta". Luego algunos miembros comparten. Después de un rato alguien más puede leer el pasaje nuevamente, y se hace la tercera pregunta: ¿Cómo vas a aplicar este pasaje durante la próxima semana? Antes de hablar sobre ello, tome otro periodo de silencio.
El objetivo del facilitador es asegurarse de que todos puedan participar sin obligar a nadie a hacerlo. Con este método, hemos dado confianza a muchos para dirigir la lección y más que todo, hemos visto la transformación en nuestros grupos. Este método es simple y ayuda a centrarse en la transformación en lugar de la información.
PREGUNTAS PARA REFLEXION
- ¿Cuál fue el principio central que aprendiste de esta lección?
- ¿Qué material estás usando durante la lección de la célula?
- ¿Cómo esta lección va a cambiar las preguntas que se usan en tu célula?
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De: EMPODERADO PARA LIDERAR | Joel Comiskey.
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