1. Cuando el Señor Jesús debía partir dejando a sus discípulos, les expresó que ellos no se quedarían solos. Les dio la promesa de enviar el Espíritu Santo. Busquen Juan 14:16. Comenten el versículo.
- Y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre; (Juan 14:16)
Cuando Jesús se refirió al Espíritu Santo lo llamó ‘Consolador’. Esta palabra resume mucho de lo que la Biblia dice sobre el trabajo del Espíritu Santo en los cristianos. El Espíritu es un ayudador de los cristianos, los consuela, los anima, los exhorta, los bautiza, los guía, los ilumina y les da fuerzas para seguir adelante.
2. El Espíritu Santo es una persona al igual que el Padre y el Hijo. A pesar que casi no tenemos ninguna idea de cómo fue Jesús o cómo es el Padre, tendemos más fácilmente a olvidar que el Espíritu Santo es una persona inclinándonos a verlo más como una fuerza o potencia impersonal. Pero, la verdad es que el Espíritu Santo es una persona a la cual le podemos hablar, contarle cómo nos sentimos, pedirle su ayuda, etc.
- Lean Juan 14:17. Nótese cómo en el pasaje se dice que el Espíritu no se puede ver y solamente se llega a conocer cuando mora en el creyente.
Jesús prometió que el Espíritu Santo estaría con nosotros. Es una promesa que él ha cumplido. Usando de esa promesa podemos esperar siempre que el Espíritu nos hable y nos escuche. Podemos expresarle con toda confianza nuestros problemas y preocupaciones.
3. El Espíritu Santo es llamado ‘otro Consolador’ porque vino para ayudarnos de la misma manera que Jesús lo hizo. Es tan similar la presencia de Cristo a la del Espíritu que tener el Espíritu Santo es casi igual a tener al Hijo de Dios.
- Lean Juan 14:18. Hablando de la venida del Espíritu Santo, Jesús dijo ‘vendré a vosotros’. Habló de una manera tal que se refería al Espíritu Santo como si fuera él mismo. Esto no signifi ca que Jesús sea el Espíritu Santo pero sí signifi ca que ambos comparten la naturaleza divina.
Quien tiene el Espíritu Santo es como si tuviera a su lado al mismo Señor Jesús. ¿De qué manera actuaríamos al saber que Jesús está de nuevo con nosotros? Pues tal cosa no es una imaginación. El Espíritu Santo está con nosotros y él es un Consolador al igual que el Señor Jesús. Debemos desarrollar con el Espíritu una relación de dependencia y de intimidad. Podemos contarle todo lo que sentimos y gozar su amor y gracia.
Aplicación:
• Ore para pedir que cada uno pueda ser sensible a la presencia real del Espíritu Santo.
• Deje un tiempo adecuado para que el Espíritu semanifieste y toque a cada uno de los presentes.
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